LA ESPIRITUALIDAD DEL YOGA
El Yoga es un Arte, una Ciencia y una Filosofía de Vida que integra los tres planos del ser humano, su cuerpo, su mente y su espíritu, desarrollando la Educación Espiritual, siendo su meta el Samadhi.
Históricamente, el Yoga está compuesto por un conjunto de técnicas psicofísicas-espirituales que integran los tres planos existenciales del ser humano: Cuerpo, Mente y Espíritu. Luego, por medio del Samadhi, integra al ser humano con las fuerzas del universo y su propia concepción del todo o ser superior: Dios, Brahman, Dharma, Tao, lo Absoluto.
El Yoga es Educación espiritual y su meta es el Samadhi, un estado de "felicidad, armonía y plenitud" en el cual uno trasciende la dualidad y pasa a formar vivencialmente parte del todo, produciéndose en un mismo instante un éntasis, éxtasis y estasis.
El Yoga fue creado hace unos 5.000 años antes de Cristo, pero el primer tratado de Yoga fue escrito 200 años antes de Cristo por Yogacharya Patanjali en el norte de la India.
Todo método de Yoga obligatoriamente es un conjunto de técnicas que conducen al Samadhi. Sin Samadhi y sin Meditación no hay Yoga, pues el Yoga es una experiencia y educación espiritual que se realiza por medio del Samadhi.
El Yoga afirma que nosotros somos un Espíritu que tiene una mente y un cuerpo. Lo primero que aprendemos los Maestros de Yoga hace 200 años es el Viyoga, una técnica enseñada por Yogacharya Pantajali, la cual consiste en separar el espíritu de la Mente y Cuerpo, ver su verdadera naturaleza. Esta técnica nos permite comprender mejor nuestros sentimientos y nuestros estados afectivos, para luego integrarlos mental y corporalmente.
Espiritualmente uno es lo que siente, mentalmente uno es lo que piensa y físicamente uno es lo que hace. Pero en ocasiones uno piensa y hace lo que o siente y esto produce una constante insatisfacción o dukha, que nos lleva a la tristeza, ansiedad o angustia.
Si bien el Yoga comienza con prácticas de técnicas psico-físicas. No es esta su finalidad, pues estas técnicas son solo la base de un desarrollo espiritual. Su objetivo es y ha sido, durante más de 5000 años, el espíritu.
Para entender esto es necesario definir el espíritu en términos científicos o noológicos. Los estados espirituales son nuestros sentimientos y pasiones que tiene como sostén la emoción, nuestro mundo afectivo y estados anímicos; eso es nuestro plano espiritual. La tristeza, la alegría o la felicidad son estados espirituales y son sentimientos, pues nuestro espíritu está compuesto por sentimientos. Nuestro mundo interior son nuestros sentimientos.
En una primera definición del yoga hace 2000 años, Yogacharya Patanjali afirmó: "Yoga Chitta Vritti Nirodha", lo que significa: "El Yoga es el control de las vibraciones emocionales sobre la mente".
El sentido de la vida no es físico y mucho menos mental, el sentido de la vida es absolutamente espiritual.
El Yoga es educación espiritual. El Yoga enseña a desarrollar la inteligencia espiritual del ser humano, entendiéndola como capacidad de adaptación afectiva, sentimental y anímica de un individuo a su entorno. Esta capacidad de adaptación espiritual, permite al yogui sobrellevar sentimientos y situaciones que otras personas les resultarían insoportables.
El Yoga es educación espiritual. El Yoga enseña a desarrollar la inteligencia espiritual del ser humano, entendiéndola como capacidad de adaptación afectiva, sentimental y anímica de un individuo a su entorno. Esta capacidad de adaptación espiritual, permite al yogui sobrellevar sentimientos y situaciones que otras personas les resultarían insoportables.
La dimensión espiritual son los sentimientos del ser humano, aquello que el ser humano siente. El espíritu se comunica con el cuerpo, por la emoción y con la mente, por la sensación e intuición. Es el conjunto de estados anímicos y afectivos del ser humano. Lo que uno siente, eso es el espíritu. El espíritu no es racional ni lógico.
Lo que uno hace, es guiado por el cuerpo; lo que uno piensa es guiado por su mente, y lo que uno siente es guiado por su espíritu.
Los sentimientos o estados espirituales, son por ejemplo : el amor, odio, amistad, enemistad, felicidad, infelicidad, contentamiento, paz interior, insatisfacción, etc.. Ellos establecen nuestros estados afectivos y nuestro mundo anímico.
Para el Yoga, no somos una mente y cuerpo que tenemos un espíritu, sino que somos un espíritu, que tiene una mente y un cuerpo, que no es lo mismo.
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