El Yoga Deportivo tiene una antigüedad de 2000 años. Su país de origen es India. Desde su inicio el yoga deportivo fue ante todo una competencia espiritual de los diferentes monasterios y escuelas filosóficas de la India. Este arte fue dedicado a los dioses de la antigüedad como ocurría con actividades similares o los juegos olímpicos de Grecia. El padre mitológico del Yoga Deportivo es Nataj o Shiva. Como deporte se basaba fundamentalmente en la educación espiritual. La importancia de las técnicas mentales y físicas son tenidas en cuenta si se logra dominar el espíritu el ser humano o sus sentimientos.
Definición del Deporte: un deporte es todo juego reglado con una normativa en la cual existe competición de dos o más personas. Toda competición o deporte establece si un ser humano es competente en diversas habilidades, talentos, técnicas, estrategias tácticas u otras formas de competición evaluado desde su componente físico, mental, espiritual, social, etológico o ecológico a cada competidor. El deporte es una enseñanza de la propia vida que a cada instante es competencia.
El Yoga Deportivo es un deporte espiritual que valora la educación espiritual del ser humano y su dominio de sensaciones, emociones, pasiones y sentimientos. Otorgando puntaje a la inteligencia espiritual del ser humano, evaluándola por medio del desarrollo en el juego de la inteligencia sentimental, afectiva y la emoción de cada competidor, técnico y entrenador.
El objetivo del Yoga Deportivo es la realización espiritual del individuo utilizando la competición como medio de superación personal y entrenamiento espiritual ante los obstáculos que la vida pone en nuestro camino a diario. El Yoga Deportivo procura el desarrollo de la inteligencia espiritual o sentimental, inteligencia afectiva e inteligencia emocional del ser humano; dentro de una competencia ante situaciones adversas que pudieran generarle desequilibrios, insatisfacción y stress. Cada competidor recibe un entrenamiento espiritual y mental por encima del físico. El Yoga Deportivo, utiliza como medio la competencia deportiva de técnicas de yoga, teniendo como fin último la espiritualidad.
El yoga deportivo se divide en seis disciplinas:
- Yoga Atlético Deportivo
- Yoga Artístico Deportivo
- Yoga Artístico Rítmico Deportivo (Yoga R´tmico)
- Yoga Acrobático o Acroyoga
- Yoga Coreográfico o Coreografía de Yoga
- Yoga Dance
El Yoga Deportivo, es una contribución única a toda la humanidad, pues es el único deporte fundamentalmente espiritual en que se evalúan la espiritualidad y la actitud correcta en la acción del individuo dentro de una competencia de juego limpio que integra además, técnicas corporales y mentales. Enseñar a ver lo interno, por encima de lo externo y a evaluar espiritualmente a un competidor es lo que se busca en este juego.
Considerado como el Arte Supremo de dominar los sentimientos en una competencia, en este deporte no gana el más flexible, sino por el contrario, aquel que domina sus sentimientos. Esto es muy difícil de comprender, no solo para quien no practica yoga, sino también para los propios instructores y profesores de yoga, pues comúnmente carecen de educación espiritual.
El deporte es todo juego reglado en el cual hay competencia, pero ganar no significa directamente tener éxito. En ciertas ocasiones sólo participar es un éxito, o dominar una técnica o sentimientos internos en una competencia es para muchos un éxito.
La espiritualidad de un ser humano es el conjunto vivencial de sus propios sentimientos. Y el deporte es ante todo, una expresión puramente espiritual de los individuos, tanto de los que compiten, como de aquellos que son meros espectadores corporales y mentales.
En la actualidad, el Yoga Deportivo busca ser un aporte psíco-físico-espiritual a nuestras vidas, buscando un tipo de competencia basada en el respeto y la convivencia. Lo que en yoga es llamado entrenamiento espiritual, que consiste en un entrenamiento interno y personal que nos ayuda y nos lleva a entender la vida desde el juego.
El practicante aprende a gozar el presente, a compartir amor, vivir y competir con alegría, jamás buscando ser el ganador o sobresalir, ya que no existe el afán competidor, sino que se busca precisamente lo contrario, cambiar la estructura mental que nos domina al competir por algo en particular, sea de otro deporte o en la vida cotidiana.
Entendiendo esto, se logra valorar realmente la belleza de practicar Yoga Deportivo y la alegría que conlleva el competir de esa manera. Donde la serie de asanas se comienza a transformar en la misma y maravillosa existencia, pero hecha poesía corporal.
La competencia en Yoga Deportivo no es física, sino espiritual.
El Yoga no es deporte, el Yoga no es terapia, pero el Yoga Deportivo sí es un deporte y la Yogaterapia sí es una terápia, aunque el resto del Yoga no lo sea. El Yoga no es una sola cosa, "sino que el arte de controlar la vida entera es Yoga" decía Aurobindo y tenía razón.
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